¡Hola Huipis!
En esta ocasión quisimos tocar un tema muy importante que la mayoría de nosotrxs hemos experimentado en diferentes medidas; El juicio que hacemos hacia nuestro cuerpo.
Todxs en algún momento hemos criticado, juzgado o rechazado alguna parte de nuestro cuerpo. Sobre todo porque es un tema mucho más hablado hoy en día. Existen grandes tabúes o ideas que nos han metido en la cabeza sobre un cuerpo perfecto. La idea de estar a “dieta” muchas veces se convierte en una comunicación constante inconsciente hacia nuestro cuerpo, pues todo el tiempo estamos comparándonos, criticándonos y al final todo eso es recibido por nuestra mente y cuerpo.
Hoy junto con ustedes lo que buscamos es poder hacer una reflexión sobre nosotros y de esos mensajes que estamos enviando tanto consiente como inconscientemente a nuestro cuerpo. Existen tantas funciones que nuestro cuerpo hace todos los días y que la gran mayoría de las veces damos por hecho y no las valoramos.
Nuestro cuerpo tiene una inteligencia que percibe tu diálogo interno y la manera en la que mental y emocionalmente te diriges a él. Cada una de tus células responden, ya sea positivamente o negativamente y el impacto que tiene ante tu cuerpo es mucho más grande de lo que crees. De hecho, la epigenética demuestra que las células cambian en función de su entorno, y si cambiamos nuestra manera de dirigirnos al cuerpo y nuestra percepción de la vida, estamos cambiando nuestra biología.
Cuando tienes una actitud de rechazo, negatividad o crítica hacia tu cuerpo, tus células cambian su estructura, lo cual interfiere con tu salud, metabolismo y pérdida de peso.
Nos hace mucha falta y es nuestra responsabilidad poder volver a reconectar con nuestro cuerpo y poder cambiar ese chip de comunicación que tenemos con él. Sin embargo, para conectar con nuestro cuerpo tenemos que primero reconciliarnos con él.
Existen muchos ejercicios que pueden ayudarnos a reconciliarnos con nuestro cuerpo. Uno de ellos es una carta de perdón en donde puedas escribir todo lo negativo y malo que constantemente le comunicas y también escribiendo una lista de agradecimiento en el que puedas expresar la gratitud que sientes por todas la funciones que realiza día con día.
No es un proceso fácil pero como en todo se empieza por algo y cuando lo hagas verás que te sentirás de una manera diferente con el, es darte una oportunidad no solo para hacerlo si no también para hacernos mas conscientes de los mensajes que les enviamos todos los días.