El azúcar es un componente natural de muchos grupos de alimentos, incluidas todas las fuentes de carbohidratos, ya sean almidones (léase: pan, pasta, granos), lácteos, frutas, verduras o jugos de frutas y verduras. Los azúcares añadidos, por otro lado, encabezan la lista de alimentos que se deben evitar, ya que el azúcar se ha relacionado con una serie de problemas de salud, como la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, el hígado graso y las caries dentales.
Honestamente, la lista de problemas asociados con comer demasiada azúcar podría continuar. Y aunque no queremos aburrirlos, queremos asustarlos (aunque sea un poco) porque este es un problema serio y, seamos sinceros, ¡muchas personas realmente aman los dulces!
El consumo de azúcar es particularmente alto entre los niños, adolescentes y adultos jóvenes y, desafortunadamente, crecer como un niño que consume demasiada azúcar puede establecer un patrón de estilo de vida que debe romperse para evitar convertirse en un adulto que también consume demasiada azúcar.
Si bien muchos grupos autorizados están de acuerdo en que es necesario reducir los azúcares agregados, también está claro que esta reducción debe ir acompañada de una reducción general de calorías y un estilo de vida saludable.
¿Cuánto azúcar añadido es demasiado?
La Organización Mundial de la Salud recomiendan un límite máximo de menos del 10% del total de calorías diarias de azúcares añadidos. Para la dieta promedio de 2000 calorías por día, esto equivaldría a menos de 200 calorías o 50 gramos de azúcares agregados totales. Para alguien que sigue una dieta baja en carbohidratos, los carbohidratos totales están limitados al 5-10 % de las calorías y los alimentos con azúcares añadidos están prohibidos.
La dulce verdad
Según el gobierno de Mexico el consumo promedio equivalen a casi 270 calorías, el equivalente a 17 cucharaditas de azúcar, y más del 13 por ciento de las calorías diarias provienen de azúcares agregados. Esto es bastante triste considerando que este gran porcentaje de la ingesta no ofrece ningún alimento real más que calorías vacías.
Esto es una locura, ya que casi la mitad de nuestro consumo de azúcar, es de bebidas endulzadas como los refrescos, jugo de frutas, los cafés y tés endulzados, bebidas alcohólicas y aguas saborizadas. El resto proviene de una larga lista de snacks procesados, pasteles, dulces, postres y condimentos.
Identifica el azúcar añadido en tu alimentación
Hoy en día es muy fácil poder identificar los azúcares añadidos de un producto. Ojo, es muy importante no dejarnos guiar por la nueva NOM y sus hexágonos sin sentido ya que el sustento de esta nueva ley es un poco incongruente pero posteriormente platicaremos acerca de ello, pero basta con ver el reverso o etiquetado de cualquier producto y observar el renglón de azucares añadidos debajo de los carbohidratos totales. Esto nos permite ver realmente la cantidad de azúcar que se agrega en comparación con la que se produce de forma natural.
Al revisar esta información de Ingredientes en alimentos y bebidas envasados, es importante reconocer los diferentes términos que también indican un ingrediente que con otro nombre pero en términos sencillos es azúcar como: azúcar moreno, edulcorante de maíz, jarabe de maíz, dextrosa, fructosa, glucosa, jarabe de maíz con alto contenido de fructosa, miel, azúcar invertido, lactosa, jarabe de malta, maltosa, melaza, agave, azúcar integral, sacarosa, entre otras.
Esta información es sumamente importante porque muchas veces asumimos que los productos con mayor cantidad de azúcar son aquellos que a nuestro paladar tienen un sabor “dulce”, sin embargo no siempre es así. Existen productos con grandes cantidades de azúcar que probablemente te sorprenderá saber, como: Salsa de tomate, crema de cacahuate, salsa catsup, entre muchas otras.
Hoy en día contamos con las herramientas y sobre todo la información para saber interpretar los datos que como marcas estamos obligados a otorgar y ser transparentes en cuanto a ello, el punto de inflexión radica en saberla interpretar para poder tomar mejores decisiones de compra y de consumo y no sólo dejarnos guiar por lo que el marketing nos puede vender o bien, lo que un hexágono nos puede “decir” cuando aplica de la misma manera para unas papas fritas ultra procesadas que para unos frutos secos.